El control parental es un conjunto de herramientas y tecnologías diseñadas para ayudar a los padres a monitorizar y supervisar el uso que sus hijos hacen de los dispositivos electrónicos y de Internet.
El control parental tiene como objetivo proteger a los niños y jóvenes de contenidos inapropiados y peligros en línea, así como de los riesgos de la adicción a la tecnología.
Existen diferentes tipos de control parental, que van desde las restricciones de acceso a determinados sitios web hasta la supervisión de las actividades en línea y la limitación del tiempo de uso de los dispositivos.
Los padres pueden utilizar el control parental para establecer reglas y límites en cuanto al uso de la tecnología y para bloquear contenido que pueda ser inapropiado o peligroso para sus hijos.
El control parental puede ser utilizado en diferentes dispositivos (ordenadores, tablets y smartphones) y puede incluir la instalación de software y aplicaciones específicas para ello. También es posible utilizar herramientas integradas en los sistemas operativos como Windows, iOS o Android; para establecer límites y supervisar el uso de los dispositivos.
El control parental es especialmente importante actualmente, ya que niños y jóvenes tienen acceso a una gran cantidad de información y contenido a través de Internet y las redes sociales. Los padres pueden utilizar el control parental para ayudar a sus hijos a comprender los riesgos y peligros en línea y para promover un uso saludable y responsable de la tecnología.