La desconexión digital se refiere a la acción consciente de desconectar los dispositivos electrónicos y las redes sociales durante un período determinado de tiempo.
Esta práctica implica apagar o limitar el uso de teléfonos móviles, ordenadores, tablets, televisiones y cualquier otro dispositivo conectado a internet.
La desconexión digital se ha vuelto cada vez más importante (y necesaria) en la sociedad actual, donde las personas están cada vez más conectadas y expuestas a la tecnología en todo momento.
La desconexión digital puede ayudar a las personas a reducir el estrés, aumentar la concentración, mejorar la calidad del sueño y la productividad, así como fomentar una mayor conexión interpersonal. Al tomar un tiempo para desconectarse, las personas pueden aprovechar para dedicarse a otras actividades y pasar tiempo de calidad con amigos y familiares sin distracciones tecnológicas.