¿Hacia dónde vas? No hay transformación sin estrategia, ni estrategia sin objetivos.

Esta semana me reuní con el directivo de una empresa de servicios que quería contratar una consultoría en materia de transformación digital para su empresa.

En su primer email me comentaba que ya habían dado sus primeros pasos, que incluso tenían una pequeña intranet para los empleados donde colgaban materiales de apoyo y que utilizaban varias herramientas: un CRM en la nube, software de facturación, varios canales de comunicación para los equipos, otros distintos para la comunicación con clientes. En definitiva, un poco de todo. Además, me comentaba que lo que más le preocupaba es que su equipo no terminaba de adaptarse a estas herramientas y que incluso dejaban de usarlas excusándose en que les hacían perder el tiempo.

En la reunión, fui directa con mi primera pregunta: ¿Cuál es vuestro objetivo? La respuesta fue totalmente clarificadora: SILENCIO. 
Y ahí radica el problema en muchas más ocasiones de las que te imaginas: cuando se empieza la casa por el tejado y no comenzamos definiendo unos objetivos coherentes, medibles y adecuados a nuestro negocio; al final se acaba yendo como barco a la deriva. Picamos de aquí y de allí, nos gastamos una pasta y nada nos termina de funcionar (o sí, pero somos incapaces de medirlo y saberlo a ciencia cierta). En muchos casos tiramos la toalla por el camino.

No hay transformación sin estrategia, ni estrategia sin objetivos.